Es una fortaleza triangular enclavada en el centro de Moscú, que hoy día es la sede del gobierno y el centro de la Iglesia ortodoxa de Rusia. La plaza Roja, a los pies de los muros orientales del Kremlin, se ha convertido en uno de los lugares emblemáticos en la vida política del siglo XX.
El Kremlin (del ruso kreml', 'fortaleza') se construyó en el siglo XII como fortín en el interior de la ciudad. En la actualidad engloba los edificios más importantes del gobierno, palacios y catedrales, todos ellos dentro de un recinto amurallado que data del siglo XV y cuyo perímetro mide unos 2,5 km. Entre las construcciones civiles más importantes se encuentran el palacio de las Armaduras, un edificio del siglo XIX que guarda uno de los museos históricos más antiguos y ricos de Rusia, y el Gran Palacio del Kremlin, que acogió el primer Soviet Supremo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Entre los numerosos edificios religiosos sobresalen las cúpulas bulbiformes de la catedral de la Asunción, iglesia de coronación de los zares y mausoleo de los patriarcas de la Iglesia ortodoxa rusa.
La plaza Roja, un inmenso espacio abierto de unos 73.000 m² de extensión, data del siglo XV y está dominada por dos edificios colosales: la catedral de San Basilio, con su cúpula bulbosa del siglo XV y el Museo Histórico de finales del siglo XIX. Ha sido el escenario de numerosos disturbios y manifestaciones populares, y el gobierno soviético la utilizaba como marco para los desfiles militares del aniversario de la revolución de octubre. En ella también se encuentra el mausoleo del dirigente bolchevique Lenin, cuyo cuerpo embalsamado se exhibe en un monumento concluido en 1930 y diseñado por A. V. Shchusev.
Todo el conjunto histórico y arquitectónico fue declarado, en 1990, Patrimonio cultural de la Humanidad.